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domingo, 24 de abril de 2011

Porqué fracasamos

¿Por qué si -palabras más, palabras menos- todo lo que hay escrito sobre Creación Consciente –artículos, cursos, libros etc- dice lo mismo, es tan reducida la cantidad  de gente  que logra  convertirse en un sistemático creador consciente de su propia vida mientras la gran mayoría “muere” en el intento?
¿Por qué si libros-películas como El Secreto o La Ley de la Atracción están al al alcance de todo el mundo y en forma gratuita por Internet pocos logran poner en práctica con éxito estas enseñanzas?
¿Es tan difícil acceder a nuestro potencial interior o es que la Ley de la Atracción es selectiva y elige con quién funcionará y con quién no?

La respuesta multifactorial:

a)     La interpretación errónea: a simple vista nuestra ley parece muy sencilla de entender pero a la luz de los resultados no lo es tanto. Hay una frase de Henry Ford que la sintetiza con una contundencia impresionante:

"Tanto si piensas que puedes como si crees que no, estás en lo cierto” ¿Qué nos está diciendo? Que ya sea que nos centremos en una como en la otra posibildad, atraeremos a nuestra vida aquellas experiencias que confirme nuestra creencia sea cual fuere la misma.
 Dicho de otra manera, y citando a Conny Mendez, el Universo es la Gran Afirmación que hace realidad nuestras creencias dominantes y que la vida que vivimos es ni más ni menos que la manifestación de esas creencias.
¿Se entiende esto realmente?

b)     La endeblez del deseo:  Son muchos los deseos que se nos cruzan en un breve período de tiempo pero sólo se manifiestan en nuestra vida aquellos con la intensidad necesaria para que esto suceda y no los deseos transitorios o que descartamos prontamente; es más, podemos tener deseos permanentes en el tiempo pero sin la cantidad de energía suficiente, jamás se harán realidad. Y de este ítem se desprende otro factor estrechamente emparentado al primero que es la dificultad para sostener durante el tiempo necesario ese deseo con la suficiente intensidad hasta su manifestación.

c)      El desconocimiento de las partes que se oponen a que ese deseo se cumpla: la mayoría de las veces sentimos conscientemente deseos de algo pero ignoramos que hay partes nuestras inconscientes que no están para nada de acuerdo con la posibilidad de que aquello que deseamos se manifieste en nuestra realidad.

d)     El desconocimiento de una ley universal con la misma fuerza e infalibilidad de La Ley de la Atracción pero que “conspira” contra la obtención de aquello que tanto anhelamos.
Nada dicen de ella ni “El Secreto” ni ningún libro sobre el tema que circule por la web. Sobre esta Ley desde mi humilde conocimiento por lo menos, sólo habla un libro llamado “Fragmentos de una enseñanza desconocida” de Pedro D. Ouspensky.

e)     Trabajar sólo. Uno puede salvar todos los obstáculos anteriores: interpretar correctamente lo que nos dice La Ley de la Atracción, fortalecer su deseo, conocer y negociar con aquellas partes internas que se oponen a la consecución de lo que queremos, conocer la ley que nos juega en contra y en consecuencia activar los antídotos correspondientes pero…..aún así puede fracasar porque trabajar sólo durante el tiempo necesario para lograr algo en medio de muchas veces complicadas circunstancias que nos impone la cotidianeidad, hacerse tiempo para conectarse más de una vez por día con lo que se quiere lograr en medio de un montón de factores adversos, convengamos que nos es tarea fácil. Muchos terminan olvidándose de sus propios deseos –lo importante- acosados por el desgaste que presupone satisfacer las necesidades diarias –lo urgente-

Hasta aquí la exposición de los “porqué no”. Decidí centrarme en estos factores porque casi nadie habla de ellos pero la vida como la electricidad,  tiene dos polos y con uno sólo no podemos convertirnos en creadores conscientes, es más, sólo integrando los opuestos odremos acceder a nuestro Genio Interior.
En sucesivas entradas trataré de profundizar y desarrollar cada uno de estos ítems.








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